Este fin de semana tuve la oportunidad de visitar las instalaciones del Balneario Carlos III.
Durante todo el fin de semana disfruté del acceso ilimitado a la piscina activa y de las saunas. Es una ventaja el poder acceder tantas veces como quieras a la piscina. Creo que entre el sábado y el domingo estuve unas 5 horas a remojo… Acabas con los dedos arrugados pero se está tan bien que nunca te decides a salir.
Reservé un masaje con Pinda de Aceites Aromáticos Naturales. Había probado en otros Balnearios TermaEuropa el Masaje Vichy, el Stone Massage, el Masaje con Aromas Naturales… pero me faltaba probar “el de pinda”.
Es un masaje muy relajante, de cuerpo entero, que se realiza con la ayuda unos saquitos de tela impregnados en un aceite aromático. Completamente recomendable.
También realicé el circuito de la Terma Romana. Es un circuito de contrastes: comienzas por una ducha con agua fría y pasas a una piscina de agua muy caliente durante 10 min. Después pasas a una sauna seca y le sigue una sauna húmeda, siempre alternando con duchas de agua fría. Se finaliza el tratamiento con un baño de agua templada, muy agradable, en una piscina que tiene unas luces que van cambiando de color, consiguiendo un efecto muy relajante. En todo momento hay un terapeuta que va marcando los tiempos, para que no tengas que estar pendiente de la hora y hay unas tumbonas a lo largo del circuito para que puedas reposar durante y después del tratamiento.
En el restaurante todo correcto.
Tanto el desayuno como la comida y la cena fueron buffet libre. Todo muy bien presentado y abundante. Los desayunos, lo mejor (a quien no le encantan los desayunos de hotel?)
La única pega es que al final siempre acabas comiendo de más…
La habitación y el baño grandes y modernos.
Tuve a mi disposición un albornoz para poder utilizar durante toda las estancia, y unas zapatillas como obsequio.
Definitivamente ha sido un fin de semana de relax y desconexión.
Mis felicitaciones a todo el personal del hotel por su amabilidad y simpatía.
Repetiré.